Cerré los ojos y heme aquí,
sin cuerpo, sin manos, sin pies.
Un lugar para ser siendo,
palpitando de vida sin fin.
Un lugar para el alma que siente,
que es, que quiere brillar
que sólo ocurre si se desea ocurrir.
Expresando, conversando, respetando.
Creciendo y aprendiendo
del niño que habita.