Me abrazaste y todo se detuvo,
silencio atronador,
ingravidez vertiginosa.
Fue entonces, cuando el espacio / tiempo se hizo añicos
y me adentré en el infinito,
sintiendo mil y un cronones del mismo momento,
en distintos lugares, espacios, vidas.
Tal vez fueran más, o tal vez menos…
Bueno, no importa, porque donde fui, donde vamos,
la discontinuidad no existe.
Tengo ese instante grabado en mi mente,
en mi Corazón.
Miedo, tras él, la verdad absoluta,
EL AMOR
Poesía: Ana Talavera
Imagen: Fran Rubio