La puerta equivocada

Cansado ya de caminar bajo este  crepúsculo, la oscuridad me acaricia y me hiela, ya ni mi cuerpo, mas mi ser quejumbroso, ni siquiera lo recuerdo ya, lo perdí hasta para mi memoria.

Aquél fatídico momento en que rendí mi alma sin saber que era eterna, pensando que con la última gota de sangre con mi última bocanada de aire todo allí acababa…

Ingenuo!!!.

Tan sólo abrí una puerta cerrada que hizo presa de mi, aquel vacío oscuro absorbió mi ser y mi esencia, arrojándome al basto olvido, donde no hay tiempo, ni nada físico…sólo esencia sepulcral, y lamentos   silvantes que acarician el terror único del vacío inconsistente del que vaga sin ver luz ni creación.

Alguna vez aparece un rastro azul que como un relámpago ilumina esta inmensidad sin fronteras, alguna vez algún ángel de Miguel atraviesa la yerma oscuridad que nos pierde. Veo rostros demacrados y también descarnados… acaso el mío no será uno más de ellos?, no hay espejo donde recordar, ni piel que sentir sólo fría y oscura soledad, aquí el sonido no suena, ni la voz nace, aquí sólo silva el aire que nos arrastra.

El corazón lo hecho de menos, …vi cómo sus llamas se apagaron, como su latido se esfumó, que osadía inconsciente la mía, querer quitar lo que no se puede arrancar.

Angustia, desesperación y arrepentimiento, no valen de mucho aquí, donde habita el olvido del páramo más muerto, donde nada muere ni nada nace, donde sólo se camina sin ni siquiera cansarse, donde no hay ocasos ni amaneceres, donde hasta la luz se termina por olvidar, donde sólo el amor más puro puede rescatar.

Pero no se olvida de golpe… si no lenta y lastimosamente, con cada parpadeo, con cada paso.

Ya hace tiempo que no trato de acercarme a ningún ángel azul, son tan pocos los que aquí entran, antes desesperada por verlos, desesperaba por sentir su calidez y sentir ese halo de vida que desprenden, pero ya no puedo ni pensar ni soñar que sea mi mano la que vengan a buscar. 

Ellos aquí están ciegos,  no pueden ver, ni pueden llamar, sólo pueden encontrar a aquellos que desee el otro lado son pedidos para salvar… 

Tal vez de mi ya nadie recuerde, tal vez para mi nadie sepa llamar… Pero escuchar, yo aquí estoy!!!  

Pedid para mi y que Miguel escuche y me sepa encontrar…

Fran Rubio Varela.

del trinar de un jilguero y las sordas campanas…

Las campañas sonaban todas, se habían vuelto locas. Sonaban sin razón aparente ante el asombro de la gente , parecían haber sido embrujadas, los campaneros desesperados no sabían como pararlas, ellas teñian los pueblos y sus plazas de su peculiar sonata.
Había un pasaje que hablaba de que fanfarrias sonando desde el cielo el día que avisaran de un gran cambio , pero en este mundo ya nadie se acordaba de ellas, ni siquiera se sabía ya que era una fanfarria, así que las campanas asumieron tan elevada labor sonando todas al unísono.
Pero la gente, está gente de ahora ya no se sorprendía ni se maravillaba de nada. Se pusieron como siempre que sucedía algo inusual a buscar la respuesta más lógica o si no la encontraban, a buscar aquella que más se les acomodara para sus intereses …
Y mientras las campanas sonaban más fuerte.
Las gentes, muchas de ellas empezaron a alejarse de los campanarios y las plazas, en cambio otros optaron por soportar el estruendo del bronce. Aquellos que volvieron al campo empezaron a recordar lo que era una flor, y la dulce sensación del aire limpio en sus rostros,vieron jilgueros cantar y se maravillaban ante tales cosas, incluso muchos de ellos las tomaron por milagros.
Aquellos que quedaron en las urbes pensaban que terminarían callando las dichosas campanas, y si no, pues se acostumbrarian, como a todo en su vida, con una sutil y fría indiferencia,en la que instalados se creían invencibles.
Y así fue, hubo un día en que las campanas enmudecieron, fue el mismo día en que el suelo comenzó a temblar, el mismo día en que las plazas y campanarios callaron y calleron sobre sus cabezas, aplastando su cruel indiferencia.
Un silencio sepulcral se instauró en todo el mundo tras aquella debacle anunciada por las campanas a falta de fanfarrias, y fue sólo roto por la luz de una flor, la sensación del aire limpio y el trinar de los jilgueros…

Fran Rubio Varela.©. Junio 2018.

Y sabías…

470B6E01-6650-4160-8293-8DE29439ACC3 

Buenas Noches…

Y sabías que cada abismo es el comienzo de un nuevo universo??? Caemos en él presa del miedo y la incertidumbre, víctimas de un vértigo que deshace la tierra bajo nuestros pies…y tememos y odiamos esa angustia, sin saber lo necesaria que es para seguir prosperando dentro del ser que somos…y es que no hay nada como un abismo para conocer las alas que poseemos…para descubrir esa alegría innata que está dentro de nosotros y de la que fuimos creados…

Fran Rubio Varela.
Vídeo de A. B. T.

La nada de un infinito…

Y en el alma llevo el recuerdo de mis vidas, y en mis sueños estan las alas que necesito. Fue en un hermoso rincon donde nacio mi luz, y fue del limpio aire que lo arrastró.
Fue bajo el cielo y sobre el cielo que fui yo…
Y ellos andaban enamorados de sus vidas, y de sus corrientes, donde aprendieron a nadar la nada de un infinito.
Y seguian el rastro del salmón
al que no le importa morir para regresar a nacer…

Fran Rubio Varela.Ⓒ Mayo2018.

Infinita…

Cerraba los ojos y las aventuras acudian a él.

Un príncipe disfrazado de harapiento mendigo
de las estrellas. Su tosco aspecto escondía lo qué en su interior estaba…y sus enemigos que ansiaban la destrucción y el envilecimiento de su corazón, lo buscaban con saña en cada sueño tratando de alcanzarlo con su rayo mortal para marchitar y perder su alma sagrada. Pero él empuñaba las espadas sagradas del amor y el perdón y con ellas no importaba que oscuro enemigo lo acometiera.

Del improbo mendigo nacía la luz eterna que envolvía cualquier oscuridad estallando en una voragine de amor luminoso capaz de vencer cualquier enemigo…
Él no sabía porque si ni porque no, su memoria arrebatada solo le mostraba destellos de su humilde grandeza, esa que a veces se convertían en lágrimas para curar las heridas del alma universal.
Ansiaba regresar a su palacio de cristal, a los pies de su amado arbol blanco donde solo la paz alcanzaba para ser eterno, ansiaba con vehemencia su vuelo sagrado.
Pero de alguna manera él lo había elegido.

Ser un buhonero del corazón,con sus invisibles espadas armado y una sonrisa cómplice de aquéllo que aún sin recordar nacía en él ante cada sombra enviada para doblegar su propio ser.
Y mientras caminaba con su ropa harapienta
en él camino encontraba la deshazon de unos hombres y mujeres temerosos de ser, temerosos de las sombras que encadenaban. Y el sólo podía sonreir tratando de sofocar aquellas heridas y recordando a su padre que todo lo amaba, que todo lo perdonaba , llorando sus lágrimas y plantando semillas que embelleciera aquel camino de tantos…
que a cada sombra la convirtiera en la luz de un amanecer..
El lo había elegido…caminar entre sombras mostrando su más infinita pequeñez…

Alma…

El alma tiene alas de aire inquieto,
que empapan con nubes de trapo viejo…

El alma tiene esa sonrisa distraída
que no sabe por dónde anda,
por qué sabe todo lo que ha andado.

El alma no miente ni amenaza,
porque no sabe de chanza,
sólo escabuye su sombra
tras un arlequin que quiebra,
al enemigo y su arado.

El alma no tiene tiento
que anule su aliento,
y a lomos de su musica
su silencio amordaza.

El alma como un sol brilla,
capaz de ser dama oscura
que no equivoca la astilla,
que en ella se ampara.

El alma que su misterio halla
en su estela barada,
no alcanza ni calla
a bordo de su marejada.

El alma caminante de su destino
no aleja ni acerca su testamento
que no es otro que el tiempo
encarcelado en su adentro…

Fran Rubio Varela.

Imperecedero…

De toda ceniza puede brotar nuevamente la llama…pues el corazón en verdad jamas muere ni se apaga, tan sólo se adormece y se enfrí­a hasta sentir de nuevo esa tibieza que lo haga despertar para latir…
Esta compuesto de tres llamas incombustibles que son dadas por el universo eterno y son parte de un alma a su igual imperecedera.
Él es un filtro para las emociones, el potenciador perfecto y el freno preciso para una mente que tiende a deslizarse desconcertada ante las diferentes realidades manifestadas, más inclusive cuando éstas aparecen de la mano del dolor y la apatía.
En él no sólo habita el amor universal y la voluntad inquebrantable de una fe cierta que yace latente, tambien lo hace el sentido común del universo que evita nuestra propia destrucción.
Él no necesita de ojos, ni barreras fisicas,
pues su sensibilidad va mucho mas allá de está parte de nuestro ser aún limitada, se unifica con la divinidad intrínseca que nos une a este universo en el cuál aprendemos y crecemos.
Y no es de extrañar pues, que dentro de nuestro vehículo físico sea el motor que bombea nuestra sangre irrigando toda nuestra materia con la transformación de unos alimentos que así mismo nos llegan para ser transmutados y convertirse en energia…tan sólo una de las tantas que necesitamos…
Y él a su vez se alimenta del magnetismo que es irradiado en toda dirección siendo capaz de funcionar a su vez multidirecionalmente equilibrando energéticamente todo ambiente a que es expuesto…

Fran Rubio Varela.

El sabor de una lágrima..

Y no es que ya no supiera lllorar,
pero ya sabía lo que cada lágrima dolía,
y no es que ya no quisiera hacerlo,
es que ya sabía que lo que se lloraba
jamás volvía a ser igual .

Y aún recordaba el escozor de su sal
en cada grieta de su alma,
y el plomo pegado a su sombra,
el polvo de cada emoción
que su mirada cegaba.

Y no recordaba su última lágrima,
tantas y tantas resbalaron
sobre la piel de sus mejillas,
no hallaron ríos ni mares
sólo un cuenco vacío.

Y ese aire que las secaba
siempre para levar anclas,
con pinturas de horizonte
y sombras de madrugada
calladas barras de cristal sembradas,
risas embriagadas y miradas pérdidas.

Y las mañanas de pasos huecos,
gatos negros y pianos escondidos,
al final de una calle que vive y que muere,
ves llegando la puerta
y la llave triste anda en el bolsillo.

Y el buzón solitario, herido de soledad,
espera la caricia del cartero
con un sobre de blanco papel,
pero bien sabe aquella su última lágrima,
que ya no queda tinta ni pluma, ni poeta siquiera,
sólo una cama vacía que lame a oscuras del sol…
Fran Rubio Varela.©. Junio 2018.

Alma bella

De la tierra seca y yerma nació ella,
engendrada de una gota de rocio, un rayo de sol y la sombra de la luna, en su recuerdo la luz de un diamante dormitado, la promesa del sol.

En su afán la voluntad de la tierra, dispuesta siempre a la vida, naciendo de su destino, entre el polvo y el olvido necesario para ser, humilde como el polvo y gentil como el agua de su muerte.

Y guardando su conciencia la luna madre, que atestigua, que muestra el universo mas grande que el cielo esconde, regando de estrellas el sueño de un destino.

Fran Rubio Varela / foto MRV