Memoria de un árbol milenario
17 septiembre 2015.
Se mostró siendo como era.
Brotando de sus profundas raíces,
sería fuerte, el prodigio de su sabia,
sus ancestros la alimentaban
y la tierra lo refrendaba.
Buscaría al sol
para filtrar su luz
y su sombra cobijo daría
a la sangre nacida,
de la que sería testigo
en su principio y final.
Mudo solemne, y parte del juicio,
custodiado por Deva sagrado
la historia que habrá de guardar
en su quebrada corteza
para el escrito final.
Fran Rubio Varela
178 opiniones en “Árbol milenario”
Comentarios cerrados.